Mención honrosa
Un gran oso vuela y vuela sobre Punta Arenas. Sortea elegantemente el techo del Liceo Contardi, en calle Manantiales, pero el latigazo de una rama enorme de ciprés macrocarpa, impulsada por el fuerte huracán, desvía su curso, enviándolo hacia abajo, al otro lado de la calle. Ahí cuatro viejos cables eléctricos en desuso, agitándose, lo atrapan del cuello. Es detenido y torturado, como padecieron nuestros presos políticos. Tras muchos azotes y estertores, el oso se descose, liberando lentamente su relleno de algodón. Muchas tristes motas salen despedidas hacia el firmamento.
Oscar Gibbons Munizaga, 57 años
Punta Arenas
Ilustración: Ludo