PREMIO AL TALENTO INFANTIL
En Puerto Toro al subir al cementerio, que por cierto no tiene muertos, hay una vieja silla de madera. Cuentan que hace muchos años un caminante de avanzada edad, subiendo la montaña, quedó tirado sin respirar nunca más. Su alma descansa ahí. Por eso, esta silla está al lado del cementerio. Al final me di cuenta de que en realidad está ahí para que los caminantes descansen antes de seguir el sendero por la colina y no tener un destino como el de aquel caminante.
Antonella Estay Rocha, 12 años
Cabo de Hornos
Ilustración: Juan Lievre