LA VOZ DE LOS CALAFATES

Premio al Talento Joven

Me pinté con grasa de ballena, me dibujé rayas en mi cuerpo, era momento de ser adulto, mi tribu quería verme crecer. Salí hacia el bosque como puma, pero me perdí como pingüino en el mar, buscaba una salida, pero no la divisaba. Llegué a un claro de matorrales de calafate, una voz de mujer en el viento me llamaba, una dama convertida en calafate me robó el alma, mis brazos se transformaron en ramas y mis ojos en el fruto, miles de voces de aquellos calafates me calmaban, ahora era uno más en el bosque, hablando mediante el viento.

Tomás Souci Flores, 18 años
Punta Arenas

Ilustración: Alejandro Délano-Águila